Salas I y II - El Primer Imperio

Napoleón solía usar estos refinados objetos, en particular, las bonbonnières (bomboneras) y las tabaqueras, como regalos para familiares y dignatarios de la corte. Un interesante testimonio de la decoración francesa en el periodo precedente al Imperio es el salón de damasquino rojo de Jacop, procedente del despacho de Napoleón Primer Cónsul de Saint-Cloud, del que forman parte las poltronas- pommier (nombre del creador) con brazos asimétricos para acercarla a la chimenea.
En una de las dos vitrinas de pared se expone un grupo de porcelanas refinadas. Resulta de particular interés el juego ( ensemble) de 24 platos procedente de las más importantes manufacturas francesas de principios del siglo XIX (Nast, Swebach, Schöelcher).
Las cónsolas Primer Imperio de la II sala formaban parte, al igual que el reloj de pesas Urania, de la decoración del Hotel Chabrillan, mientras que las dos parejas de candelabros colocados sobre ellas forman parte de los objetos encargados a Francia para embellecer el palacio del Quirinal, en previsión de la visita de Napoleón a Roma en 1812, que nunca llegó a producirse.
Otro ejemplo del grado de refinamiento que alcanzaron las artes aplicadas bajo el Primer Imperio son los dos nécessaires de viaje expuestos en la vitrina, auténticas obras maestras de los ebanistas Baptiste Biennais y Maire, que conjugan elegancia y comodidad con magistral armonía.